COVID-19 plantea una oportunidad única para dar prioridad a las personas y al planeta
Imagen: Reuters/Bruno Kelly La economía global que surge a partir de la COVID-19 debe estar mejor equipada para enfrentarse a este tipo de crisis. Un sistema más resiliente será aquel que reconozca que el bienestar de las personas y el planeta están interrelacionados. Los planes de recuperación deberán fomentar el crecimiento sostenible; las subvenciones a los combustibles fósiles deben dejar de existir. Atravesamos un momento en el que se pone a prueba nuestra propia humanidad. También vivimos en un momento en el que, aunque no estemos en la primera línea de esta pandemia, podemos tomarnos un momento para mirar un poco más allá e imaginar cómo será el mundo en las semanas y meses venideros, lo que ayudará a conformar nuestro futuro a largo plazo. Se nos plantean las siguientes cuestiones: ¿Y si no se trata tan solo de otra tragedia en la larga historia de la civilización humana? ¿Y si no es otra pandemia que pronto quedará olvidada en el vaivén de nuestra memoria cole...