Los BOSQUES TROPICALES ya no pueden con tanto CO2
Las selvas amazónica y centroafricana han superado su capacidad de retener dióxido de carbono.
La capacidad de los bosques tropicales de retirar de la atmósfera el dióxido de carbono (CO2) generado por los humanos se está acabando. Un estudio con cientos de miles de árboles de las selvas amazónicas y centroafricanas muestra que la cantidad del gas que retienen sus troncos, ramas y hojas en forma de carbono orgánico es cada vez menor. No se trata de que haya menos ejemplares por la deforestación, que también, sino que los que quedan crecen más deprisa y más grandes gracias a que hay más CO2, pero también están más expuestos al aumento de la temperatura y la sequía, muriendo antes.
Junto a los océanos, los bosques del planeta son actores claves en el ciclo del carbono. Por su extensión, su frondosidad y mayor tasa de crecimiento, las selvas tropicales son las que más dióxido de carbono retiran. Sus árboles lo incorporan mediante la fotosíntesis, absorbiendo el carbono como biomasa. Y allí se queda mientras viva el árbol. Los científicos contaban en sus planes con este efecto fertilizante para combatir el cambio climático provocado por el exceso del mismo gas. De hecho diversos estudios ya habían demostrado que las plantas han acelerado su fotosíntesis. Sin embargo, parece que ya no pueden más.
Todos los modelos climáticos sugerían que las plantas continuarían tomando más CO2 durante varias décadas”, dice la investigadora de la Universidad de York y coautora del estudio Aida Cuní.
El dióxido de carbono de más estaría acelerando el ciclo vital del árbol y, por tanto, la llegada de su muerte y la devolución a la atmósfera del carbono.
Cada cierto tiempo calibran el diámetro del tronco de los árboles y les ponen una etiqueta. Después regresan para comprobar cuánto han crecido. Lo mismo están haciendo otros investigadores en otros 250 puntos de las selvas africanas, desde Gambia en la costa oeste hasta Tanzania, mirando al Índico. Y, dentro de otro proyecto, también se ha venido haciendo en 321 puntos de la selva amazónica. En total llevan siguiendo desde los años 60 del siglo pasado el crecimiento, vida y también muerte de más de 300.000 árboles, todos de bosques que aún han escapado a la acción taladora humana.
centroafricanas alcanzaron su pico como sumideros de carbono en los años 90. Las primeras llegaron a capturar una tonelada de carbono por hectárea y año, mientras que las segundas llegaron hasta las 0,66 toneladas. Ahora, en la Amazonía apenas retiran entre 0,2 y 0,3 toneladas por hectárea y año, mientras que en los bosques africanos aún superan las 0,6. Para la década del 30, el estudio apunta a que las regiones boscosas africanas habrán reducido en un 14% sus retiradas de carbono.
Fuente: weforum
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