El agujero de la capa de ozono se reduce hasta el nivel de hace 30 años
Supone un ejemplo de los resultados de la cooperación internacional y el activismo social.
imagen:nasa
La existencia de un enorme agujero en la capa de ozono (situada en la estratosfera terrestre) fue descubierta en 1985 y desde entonces se convirtió en uno de los grandes caballos de batalla de los movimientos ecologistas. Pero no solo de ellos, también de los gobiernos del planeta, que supieron reaccionar con inusual agilidad.
Solo dos años después de haberse detectado el problema se firmaba el Protocolo de Montreal, en el que 196 países y la Unión Europea pactaron la eliminación de las sustancias causantes del problema. Los resultados de aquel acuerdo no fueron inmediatos, pero ahí están: el agujero en la capa de ozono se ha reducido ya a los niveles de 30 años atrás.
El ozono es un elemento singular. Cuando se encuentra en las capas bajas de la atmósfera (en la tropósfera, donde vive el hombre) actúa como un peligroso contaminante y es uno de los objetivos a batir. Sin embargo, en las capas altas, en la estratosfera (entre 16 y 50 kilómetros de altura).
El ozono es un elemento singular. Cuando se encuentra en las capas bajas de la atmósfera (en la tropósfera, donde vive el hombre) actúa como un peligroso contaminante y es uno de los objetivos a batir. Sin embargo, en las capas altas, en la estratosfera (entre 16 y 50 kilómetros de altura) constituye un potente escudo para detener las radiaciones más perjudiciales que provienen del sol.
Atrapa hasta el 99% de los rayos ultravioleta y gran parte de la radiación infrarroja. El agujero surgido en esa capa de ozono en los 80 disparó las ventas de cremas protectoras solares de alta intensidad, puesto que el sol, como advertían entonces los médicos, "quema ahora como nunca lo había hecho".
El problema está aún lejos de solucionarse. Según una conferencia de expertos celebrada el año pasado, la recuperación total de la capa de ozono de la Tierra no tendrá lugar hasta el año 2060 aproximadamente, cuando se restablezcan los valores existentes en 1970, antes de que surgiera el problema.
Además, los logros alcanzados presentan flecos. Se ha detectado que, pese a la prohibición mundial de productos que causan CFC, sigue habiendo puntos de la Tierra donde persisten las emisiones de este tipo de gases. "Hemos descubierto que estos gases no se han reducido en la atmósfera de la manera que esperábamos, es decir, nuevos gases CFC siguen siendo emitidos", afirma el copresidente del comité de expertos del Protocolo de Montreal, David Fahey. Por ello, se han puesto en marcha los mecanismos para averiguar "de dónde vienen esas emisiones", aunque todo apunta a determinadas regiones del este de Asia.
A pesar de todo, los científicos son unánimes al considerar que «se ha entrado en el buen camino» y todo presagia que, salvo sorpresas, la Tierra logrará cerrar con éxito lo que en su día supuso un gran desafío mundial.
Fuente: diario informacion.
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