Con 200 mil TAPAS RECICLADAS joven artista creó uno de los murales ecológico más grande de Latinoamérica
La obra del joven artista plástico de 23 años Oscar Olivares, tiene como protagonistas a cuatro gigantescas guacamayas hechas con tapas plásticas recicladas
Foto; OkoSpiri.
Foto; OkoSpiri.
Uno de los murales ecológicos más grandes de Latinoamérica y la primera de su tipo en Venezuela, busca crear conciencia ecológica entre los pobladores de Caracas, la capital venezolana, ciudad que sufre los rigores de la compleja realidad social y económica que vive el país suramericano.
La obra del joven artista plástico de 23 años Oscar Olivares, tiene como protagonistas a cuatro gigantescas guacamayas hechas con tapas plásticas recicladas, sobre la pared de una pequeña plaza del barrio caraqueño de El Hatillo, imagen que recuerda a diario a sus habitantes la importancia de salvar el planeta.
El mural de Olivares fue erigido con el apoyo de la organización ambientalista local OkoSpiri y el Movimiento en la Arquitectura para el Futuro.
Montado sobre un andamio de más tres metros de alto Olivares, de 23 años, da los últimos toques al llamado ‘Okomural’, nombrado así en referencia a OkoSpiri,
Además de las cuatro guacamayas y el araguaney en la composición, también están plasmados cuatro grandes girasoles, las montañas del parque nacional de El Ávila, que rodea la capital venezolana, y un grupo de edificios que se pierde entre una verde pradera y un cielo estrellado y con dos pequeños platillos voladores, elementos característicos del trabajo reciente del pintor.
En una arriesgada propuesta que se aleja de lo que fueron los orígenes del artista como ilustrador digital de superhéroes, Olivares recurrió a la técnica del puntillismo yuxtaponiendo decenas de miles de tapas, con sus colores originales, para darle forma y vitalidad a las diferentes figuras de la composición.
El mural, de 43 metros de largo y una altura que varía de los tres a los siete metros, está integrado por más de 200.000 tapas plásticas de botellas de gaseosas y envases de alimentos, medicinas y productos de aseo personal y limpieza que aportaron miles de habitantes invitados a participar en el proyecto a través de las redes sociales y la empresa local MultiRecicla, que se dedica a recolectar y almacenar materiales reciclables.
“Esta plaza estaba abandonada y no tenía vida. Con este mural se recuperó la vitalidad del lugar y se rescató un espacio para la comunidad”, expresó Mariana Martínez, una periodista de 25 años, mientras relataba cómo junto a cientos de vecinos había colaborado en la recolección de las tapas.
FUENTE: Elciudadano
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